Film&Arts nos transporta a 1968 en Dagenham, Inglaterra. Ahí trabajamos en la fábrica de Ford, uno de los mayores empleadores privados en el Reino Unido.
En la fábrica se mantienen a sus trabajadores separados en diferentes tipos de empleados: el grado “A”, considerado de “Habilidades mínimas” le pertenece a las mujeres, quienes sólo son contratadas como costureras para realizar las tapicerías de los autos.
Sin duda alguna la vida en aquella época transcurre de una forma muy diferente a lo que vemos en la actualidad, sin embargo, hoy en día seguimos viendo algunos de los problemas de esos años, siendo el más vigente la desigualdad de género.
Dentro de aquella fábrica se elaboran 3,000 automóviles por día y trabajan 55,000 operarios, de los cuales, sólo 187 son mujeres. Ese pequeño puñado de mujeres, consideradas trabajadoras de baja categoría, se encontraban desempeñando su labor en las peores condiciones laborales, sin contar que su pago era mínimo equiparado con los de sus compañeros y las jornadas que desempeñaban.
Fue este pequeño grupo, el que levantó su voz frente a las desigualdades e injusticias que vivían. Pedían, exclusivamente, un sólo cambio en sus condiciones laborales: un trato digno y un salario justo. Sin embargo, ante la negación de sus peticiones por parte de sus jefes y los directivos de Ford, iniciaron una huelga que duró únicamente 3 semanas.
Durante el tiempo en que este valiente puñado de mujeres exigían sus derechos y levantaron su voz, se vieron envueltas en un sin fin de contradicciones, de quejas y críticas. Nigel Cole, el director de la película Made in Dagenham, hace énfasis en los problemas que cada una de ellas sufrieron por parte de sus maridos, quienes, imbuidos en el machismo propio de la época, no entendían ni asimilaban por qué sus mujeres estaban abandonando sus labores domésticos para salir a trabajar y peor aún, para manifestarse y exigir “sus derechos” como obreras de una fábrica.
Fue al final de esas 3 semanas y de grandes oposiciones, que en aquella fábrica de Ford de los años 60 se escribió uno de los capítulos más importantes de la igual de género, aquel que se presentó como una de las huelgas más emblemáticas de la historia de Inglaterra, un movimiento que paralizó por completo la planta de producción de Ford y asentó el primer paso para que en 1970 fuera aprobada la Ley de Igualdad Salarial.
¡Descubre esta maravillosa historia que marco un capítulo en la lucha por la igualdad!
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